lunes, 30 de mayo de 2011

Covers

A pesar de que los exámenes me están derritiendo el cerebro y hasta que terminen el día 17 de junio aún queda para rato, voy a intentar publicar algo hoy, y como el embotamiento que llevo me impide escribir algo decente, usaré el comodín del Ranking, así que...

¡Ranking de covers! (Para aquellos de vosotros que vivís debajo de una piedra y no sabéis lo que es una cover, consiste básicamente en que tú tienes un grupo y te da por tocar una canción de otro grupo o artista en lugar de una propia, muy entretenido)

Y ahora, sin más dilación:

¡Las 10 mejores covers! (que a día de hoy mi embotada mente recuerda, no os creais que esto es absoluto...)

10 - A little piece of heaven (Avenged Sevenfold) by Grupo amateur para una audición




Vale, puede que la calidad de vídeo no sea la mejor, puede que la interpretación no sea perfecta y los más quisquillosos encuentres fallos y se sientan estafados, pero ¿Podríais hacerlo mejor? Un grupo de jóvenes con ganas de hacer algo grande que versionan una canción con que poca gente se atrevería a intentar tocar. Sin duda merecían un puesto en este ranking.

9 - Girl (The Beatles) by Serj Tankian & Tom Morello




Serj Tankian, vocalista, compositor y activista por el que siento gran devoción a nivel personal. Ha realizado muchas cover, más por diversión que por otra cosa, así que la mayoría de las que queda constancia tienen una calidad de sonido y vídeo mala tirando a pésima. Esta no es una excepción, pero me parece una gran interpretación de una canción de los Beatles que nunca me canso de escuchar. Por cierto, el guitarrista que lo acompaña es Tom Morello, también (y no casualmente) activista además de músico del que os podéis hinchar a encontrar información en Internet si estáis interesados.

8 - Master of Puppets (Metallica) by Trivium




Para ser sincero en este caso escuché la cover antes incluso que la canción original, a pesar de que pueda parecer un sacrilegio. Después de escuchar la original puedo decir que cada una tiene sus puntos fuertes, pero me gusta la energía que Trivium aporta a la canción y de la que carece la original de Metallica en comparación.

7 - The Unforgiven (Metallica) by Apocalyptica




Apocalyptica, un grupo cuanto menos inusual formado por cuatro chelistas que han realizado algunas de las mejores covers de las que tengo constancia, dedicando de hecho un disco completo a versionar canciones de Metallica. El disco en sí no necesita más que una palabra para ser descrito "Brillante"

6 - Shout (Tears for Fears) by Disturbed




Disturbed es uno de mis grupos de música favoritos y necesitaba un pequeño hueco en esta lista, que se ha ganado a pulso con esta versión metalera de Shout, de Tears for Fears.

5 - Wishmaster (Nightwish) by Van Canto




Uno de los mejores hallazgos musicales que he hecho hasta ahora, Van Canto, grupo formado únicamente por 5 vocalistas y un baterista, tienen otras cover como Bard Song, de Blind Guardian y Fear of the Dark, compuesta originalmente por Iron Maiden. Aunque ninguna de las demás tiene desperdicio mi favorita es esta. Muy recomendables sus discos, su podéis comprarlos, y quien consiga verlos en concierto, que no me o diga que es probable que muera literalmente de la envidia.

4 - Nothing Else Matters (Metallica) by Apocalyptica




De nuevo otra cover de Apocalyptica, que hacen trampa y repiten en el ranking. Esta lleva su vídeo oficial y todo, que la disfruteis.

3 - Phantom of the Opera (Sarah Brightman y Michael Crawford) by Nightwish




Bien, ahora empezamos con las obras maestras. Lo siento por la interpretación de Sarah Brightman y Michael Crawford, pero con todos mis respetos, su interpretación queda metros bajo tierra después de oír en riguroso directo a los miembros de Nightwish hacer honor a la canción. Simplemente impresionante.

2 - Stand by Me (Ben E. King) by Playing for a Change




Probablemente debería dedicar varios post completos al gran trabajo que están haciendo los miembros de la asociación Playing for a Change por la música, por la solidaridad, y en general por hacer del mundo un lugar mejor, pero como el tiempo es oro y ahora mismo no tengo demasiado ni de uno ni de otro, una canción vale más que mil palabras. Si queréis información, su página oficial es http://playingforchange.com/, y si quereis colaborar, comprad discos, camisetas, lo que sea, para vosotros y los vuestros en la tienda oficial de la página, seguro que merecerá la pena.

1 - High Hopes (Pink Floyd) by Nightwish




Estoy bastante seguro de que ha sido muy, pero que muy subjetivamente injusto con mi primer puesto, pero para ser sincero, amo esta canción y amo la voz de Marco Hietala y la forma de transmitir de todos los miembros (originales, lo siento Anette, sé que te esfuerzas mucho) de Nightwish en directo. Aunque no pueda verlos en persona el simple hecho de ver este vídeo siempre me ha parecido una experiencia maravillosa, que lo disfruteis.


Eso es todo por hoy, amigos, tardaré algún tiempo en publicar de nuevo, así que si habéis visto todos los vídeos del tirón, mala suerte, cuidado con esa impulsividad! Ah, y como sorpresa final, próximamente en sus pantallas...


¡Ranking de covers más desastrosas! 


P.D.: Se admiten sugerencias en los comentarios, para esta lista y la que viene, pero como mi blog lo leen unas 7 personas a lo sumo, pues no creo que se llenen mucho...

jueves, 26 de mayo de 2011

Olvidar

¿Olvidar? ¡Qué estupidez! ¿De qué sirve olvidar si no de tropezar de nuevo en la misma piedra una y otra vez?

Aprender, recordar los errores con cariño, los buenos ratos y también los malos, los lazos y las rupturas, las risas, los llantos, aquellas tardes, amaneceres, noches, los momentos en que te sentiste ridículo, aquella sonrisa de complicidad, aquella expresión de reproche, aquellos días que no acababan y los que terminaban antes de empezar, los malentendidos, los chistes malos, los resbalones, las caídas y las levantadas, travesías interminables, aquellos momentos fugaces, aquel cielo azul, rojo o gris iluminando instantes que un día fueron nuestro presente.

Olvidar, intentar olvidar ¿Para qué? Recordar, esforzarse en recordar. Recordar todo lo que un día fue presente, que contribuyó, sin apenas hacer ruido, a construir un instante, este.

lunes, 23 de mayo de 2011

Un roble

Como llevo ya tres días (¡Uau! ¡Tres días!) sin publicar voy a remitirme a algo que no he escrito yo, pero que me parece como mínimo muy interesante, la entrevista a Michael Craig-Martin sobre su obra "Un Roble", de 1973.

Fotografía de la obra


Cuerpo de la entrevista

P: Para empezar, ¿podría usted describir esta obra?
R: Sí, claro. Lo que he hecho es transformar un vaso de agua en un roble completamente desarrollado sin alterar los accidentes del vaso de agua.
P: ¿Los accidentes?
R: Sí. El color, la sensación, el peso, el tamaño...
P: ¿Quiere decir que el vaso de agua es el símbolo de un roble?
R: No. No es un símbolo. He transformado la esencia física del vaso de agua en la de un roble.
P: Parece un vaso de agua...
R: Claro que sí. No he cambiado su aspecto. Pero no es un vaso de agua. Es un roble.
P: ¿Puede demostrar lo que afirma haber hecho?
R: Bueno, sí y no. Afirmo que he mantenido la forma física de un vaso de agua y, como puede ver, lo he hecho. Sin embargo, cuando uno busca en condiciones normales pruebas de cambio físico entendido como forma alterada, tales pruebas no existen.
P: ¿No se ha limitado usted a llamar roble a este vaso de agua?
R: No, en absoluto. Ya no es ningún vaso de agua. He cambiado su propia esencia. Ya no sería correcto llamarlo vaso de agua. Uno podría llamarlo como quisiera, pero eso no cambiaría el hecho de que es un roble.
P: ¿No se trata de un caso tan simple como el del traje nuevo del emperador?
R: No. En el caso del traje nuevo del emperador, la gente afirmaba ver algo que no estaba allí porque sentían que debían hacerlo. Me sorprendería mucho que alguien me hubiese dicho que aquí veía un roble.
P: ¿Fue difícil efectuar el cambio?
R: No requirió nungún esfuerzo. Pero me costó años de trabajo darme cuenta de que podía hacerlo.
P: ¿En qué momento exacto se transformó el vaso de agua en un roble?
R: Cuando puse agua dentro.
P: ¿Ocurre lo mismo siempre que llena un vaso de agua?
R: No, claro que no. Sólo cuando me propongo transformarlo en un roble.
P: ¿Entonces la intención provoca el cambio?
R: Yo diría que produce el cambio.
P: ¿No sabe cómo lo hace?
R: Contradice lo que creo saber sobre la relación causa-efecto.
P: Me parece que usted afirma haber obrado un milagro, ¿no es así?
R: Me siento halagado de que así lo crea.
P: Pero... ¿es usted la única persona que puede hacer algo así?
R: ¿Cómo podría saberlo?
P: ¿Podría enseñar a otros hacer algo así?
R: No. No es algo que se pueda enseñar.
P: ¿Considera usted que la transformación de un vaso de agua en un roble constituye una obra de arte?
R: Sí.
P: ¿Qué es exactamente la obra de arte? ¿El vaso de agua?
R: Ya no hay ningún vaso de agua.
P: ¿El proceso del cambio?
R: No hay ningún proceso implicado en el cambio.
P: ¿El roble?
R: Sí, el roble.
P: Pero el roble sólo existe en la mente.
R: No. El auténtico roble está físicamente presente, pero en forma de un vaso de agua. Así como el vaso de agua era un vaso de agua en concreto. Concebir la categoría de "roble" o dibujar un roble en concreto significa no entender ni experimentar lo que parece ser un vaso de agua como un roble. Es algo tan imperceptible como inconcebible.
P: Ese roble en concreto, ¿existió en algún otro lugar antes de tomar la forma del vaso de agua?
R: No. Este roble en concreto no existió previamente. También debería puntualizar que ni tiene ni tendrá jamás cualquier otra forma que no sea la de un vaso de agua.
P: ¿Durante cuánto tiempo continuará siendo un roble?
R: Hasta que lo transforme.

Conclusiones de un bloguero no versado en el arte moderno

Para mí lo que esta obra, brillante en mi opinión, demuestra, es el hecho de que para triunfar en el mundo del arte moderno es total y absolutante necesario e imprescindible tener un morro que te lo pisas y ganas de reirse a carcajadas del resto de los seres humanos que, aún conscientes de que lo haces, sentirán gran admiración por ti. Eso sí, aún falta un único ingrediente más, mucha labia y una habilidad casi inhumana para defender argumentos indefendibles.

A sabiendas de que poseo en alguna medida algunas de esas características me estoy planteando seriamente a qué dedicarme el día de mañana...

Por cierto, para quien se pregunte de donde he sacado la entrevista la encontré en este otro blog, Mil Matices de Gris, que a su vez remite a otro blog, Nada es Inocente como fuente del hallazgo.

¡Felíz día de los estudiantes a todos los que sois de Méjico y feliz día a secas a todos los demás!

viernes, 20 de mayo de 2011

Tides

Preciosa canción de Tarot, con las inimitables voces de Marco Hietala y Tommi Salmela



Siempre he pensado que la música no puede ser traducida, que la poesía no debe ser traducida, que pierde su brillo, pierde su magia, y todo el sentido. Pero por primera vez seré blasfemo de mi propia religión y haré un intento, lo mejor posible, para que parte de esa magia esté al alcance de todos.


Lyrics Originales

Oh, I see your face as if in a dream.
Eyes where the shadows drown.
Frozen in a frown.
And I feel like paper burning free.
The wind is shattering me.
I'm the sky, I'm the sea.

Walk for now.
Endless days alive somehow.

Staring, dreaming, cold rain, skin steaming.
Just some fog in my eyes.
Tides in my blood follow the pale moon
drawing my soul to the skies.

Standing here, where a dream once had a home.
Emptiness now calls,
where hope crumbled with the
walls.
And I feel like dust, lighter than
air.
Winged by the smallest prayer.
Destination anywhere.

Walk for now.
Endless days alive somehow.
Keeping pace.

Staring, dreaming, cold rain, skin steaming.
Just some fog in my eyes.
Tides in my blood follow the pale
moon
drawing my soul to the skies.

Stars, they're skywide, forever burn.
Scars, you carve deep, but never
learn.

Oh, I see your face as if in a dream.
Eyes where the shadows drown.
Frozen in a frown.
Letras Traducidas

Oh, veo tu cara como en un sueño
Ojos donde las sombras se ahogan
Congeladas en una mueca
Y me siento como papel ardiendo libre.
El viento me despedaza.
Soy el cielo, soy el mar.

Camino, por el momento.
Días interminables, vivo de alguna manera.

Mirando fijamente, soñando, lluvia fría, piel ardiendo
Solo un poco de niebla en mis ojos
Las mareas en mi sangre siguen a la luna pálida
Arrastrando mi alma a los cielos.

De pie aquí, donde un sueño una vez tuvo
su hogar
El vacío ahora llama,
donde la esperanza se derrumbó con las paredes.
Y me siento como polvo, más ligero que el aire
Arrastrado por la más pequeña oración
Destino, cualquier lugar

Camino, por el momento
Días interminables, vivo de alguna manera.
Manteniendo el ritmo.

Mirando fijamente, soñando, lluvia fría, piel ardiendo
Solo un poco de niebla en mis ojos
Las mareas en mi sangre siguen a la luna pálida
Dibujando mi alma en los cielos.

Estrellas, en el firmamento, ardiendo siempre.
Cicatrices, cavando profundo, sin aprender nunca.

Oh, veo tu cara como en un sueño
Ojos donde las sombras de ahogan
Congelado en una mueca

jueves, 19 de mayo de 2011

Un respiro

Un respiro. A veces es todo lo que necesitamos para que el mundo se torne de roca en pluma. Un pequeño respiro, estar con nosotros mismos, olvidar nuestros propios problemas y todos los que hemos cogido voluntariamente prestados y hacerlos esperar, que sin nosotros no irán a ninguna parte. Un respiro.

Mirar al cielo, a un manto de estrellas o los dibujos que forman las gotas del gotelé del techo; o las carreras de espermatozoides que la lluvia organiza en las ventanillas del bus en un día húmedo. Encontrar la sonrisa de un niño y no preguntarte de donde viene o cual es la causa. Escuchar música, tararear canciones que nunca existieron, desafiar al viento, sentir la húmeda hierba en el cuerpo, cerrar los ojos sin preocuparte de cuándo tienes que abrirlos de nuevo. Sonreír por sonreír, pensar en los momentos en los que rabiamos por tonterías, bailar contigo mismo en una habitación, gritar, disfrutar el silencio y caer rendido en el suelo, en un colchón o en la hierba.

Al fin levantar y ver que aquel viento, aquella lluvia, se llevaron el peso del mundo, que nuevo es un lugar apacible, con aventuras esperándonos en cada esquina para que les hagamos frente y salgamos victoriosos, con gente que estará ahí para ofrecer y pedir mercancías de todo tipo, con toda clase de instantes que saborear, con vida, mucha vida.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Relatos Incompletos

Cuando escribimos una historia, todos los que lo hemos intentado con mayor o menor éxito, siempre seguimos un esquema básico de "Introducción - Nudo - Desenlace", y aunque alteremos el orden o la forma de presentarlos siempre existen de alguna forma. La introducción y el nudo son muy sencillos de construir, pues basta montar experiencias vitales. Cada día esta lleno de introducciones, cuando conocemos gente nueva o emprendemos una nueva aventura, ya sea aprender un idioma o irnos de viaje. También la vida está hasta arriba de nudos, unos más apretados y otros menos, porque ¿Qué sería la vida sin problemas? Vida seguro que no...

El problema es el desenlace... porque... ¿Cómo reconocemos en la vida un desenlace? Las historias reales se retoman día a día con cada paso que damos y el único desenlace real que existe no te deja con mucha posibilidad de escribir, mas que huella paleontológoca tal vez...

El caso es que, al menos en mi opinión, el desenlace es lo que debe salir esencialmente del autor; el desenlace es la huella que cada historia deja, lo último que el lector lee, y que además no admite muchas referencias reales, porque podríamos basarnos en desenlaces felices o fatales de otras personas, pero... ¿Cómo sabemos que nuestra interpretación de aquel desenlace tiene algo que ver con lo que ocurrió?

Tengo un bloc lleno de historias a las que únicamente les falta el desenlace, historias incompletas, como la vida misma. Ojalá algún día tenga la sabiduría y el valor para cerrarlas, será señal de que una vez más me equivocaba, buena señal.

lunes, 16 de mayo de 2011

Cuando el mundo deja de girar

A veces, después de una larga temporada de sentir el mundo girar cómodamente bajo nuestros pies, de sentir la vida fluir y avanzar por cómodos senderos que nos hacen durante algún tiempo sentirnos activos, útiles, queridos, o simplemente irracionalmente felices parece que el mundo decide pararse bruscamente bajo nuestros pies; aunque el tiempo, que no perdona, siga avanzando sin descansar ni un instante. Estos momentos pueden prolongarse en el tiempo y pasar de momentos a horas, de horas a días, a meses... hasta que nos sentimos perdidos en lo que parece, acabará siendo una eternidad.

Esos son los momentos en los que hay que plantearse por qué el mundo giraba antes y por qué se paró. A menudo aún hoy en día atribuimos los sucesos que nos ocurren, a la suerte, la magia o la divina providencia cuando claramente y sin despreciar de ningún modo tan divertidas teorías, se deben a la simple causalidad. Si el mundo, y con esto claramente me refiero a los acontecimientos importantes de nuestra vida, los que nos hacen avanzar, gira es por la inercia que le proporcionan nuestros pasos al caminar sobre él, todo aquello que nos pasa está relacionado de un modo y otro con nuestra manera de caminar cada día, con nuestra manera de relacionarnos con nuestro entorno, y caer en la más absoluta pasividad lógicamente hará que el pequeño mundo donde habitas se acabe deteniendo. Basándonos también en sencillas leyes físicas es importante recordar que al empezar a empujar una esfera grande tarda un poco en coger la inercia suficiente para rodar a una velocidad aceptable, pero una vez la alcanza, es más difícil que vuelva a detenerse; por tanto es importante recordar que si vamos a volver a caminar debemos hacerlo con seguridad y sin pausa, sin pararnos a buscar las consecuencias de nuestros actos en cada pequeña acción porque ya vendrán cuando la inercia esté de nuevo adquirida. Y, bueno... Hora de seguir haciendo girar mi pequeña esfera! Hasta la próxima entrada inconexa con todas las demás!

viernes, 13 de mayo de 2011

El despertador suena

El despertador suena, estiro instintivamente el brazo para accionar el interruptor de la luz, una descarga eléctrica recorre mi cuerpo, abro los ojos sobresaltado, la luz continúa apagada, el interruptor está arrancado y los cables sueltos cuelgan de la pared echando chispas visiblemente, me levanto y me dirijo hacia la puerta, pero esta se cierra sola dando un sonoro portazo, agito la manilla una y otra vez sin éxito, "Maldita sea, ¿por qué enrejaríamos las ventanas?", las sombras empiezan a cubrir toda la habitación engullendo la tenue luz que la hacía visible, "Oh, mierda, otra vez no, tengo que darme prisa", cojo la mesilla de noche y la golpeo con fuerza contra la puerta, que cede el primer golpe, salgo rápidamente de la habitación.

El despertador suena, mi brazo se desliza hacia el interruptor, recibo una descarga, abro los ojos y miro al interruptor, de nuevo arrancado, y después a la puerta, que se cierra dando un portazo mientras las sombras empiezan a cubrirlo todo, cojo la mesilla y derribo la puerta, salgo de la habitación y bajo rápidamente las escaleras, de repente los cuadros que estaban colgados a lo largo de la escalera se descuelgan y caen al suelo.

El despertador suena, freno en seco el impulso de mi brazo justo antes de tocar los cables sueltos que salen de la pared, me levanto de golpe y derribo la puerta de una patada, una sombra se desliza a través del hueco de la escalera tirando todos los cuadros que hay colgados, bajo corriendo las escaleras, los muebles del piso de abajo están flotando a través del pasillo, me quedo mirándolos un instante y se abalanzan sobre mí antes de que pueda reaccionar.

El despertador suena, salto de la cama mientras abro los ojos y derribo la puerta de una patada, salto el hueco de la escalera y al caer en el piso de abajo entro en la despensa para esquivar los muebles que de nuevo se abalanzan sobre mí, siento que algo me agarra la pierna e instintivamente lo golpeo con fuerza.

El despertador suena, me levanto de un salto, derribo la puerta y rápidamente alcanzo el piso de abajo mientras los cuadros caen y los muebles se abalanzan sobre mí, llego a la puerta principal y me paro en seco "Joder, idiota olvidadizo...".

El despertador suena, lo cojo, derribo la puerta, salto por el hueco de la escalera y corro hacia la puerta principal, agarro con fuerza el despertador y lo lanzo enérgicamente contra la puerta rompiéndolo en pedazos.

Abro los ojos y me seco con la mano el sudor que chorrea de mi frente. Echo un vistazo al despertador, son las 4 de la madrugada, aún quedan 2 horas y media para que suene. "Otra vez ese maldito sueño..." Bajo las escaleras y llego a la cocina, abro el frigorífico, bebo algo de agua y enciendo la tele un rato para relajarme. Cojo un despertador que encuentro en un cajón, lo programo y lo coloco junto al viejo despertador que había en mi mesilla. "Tú serás mi seguro de vida... ¿Por qué no podré soñar con caballeros, piratas, hombres lobo y personajes de Barrio Sésamo como cuando era pequeño?"

miércoles, 11 de mayo de 2011

Aquella sonrisa

Era preciosa, simplemente perfecta. Sus ojos negro azabache parecían penetrar hasta lo más profundo de tu alma y su sonrisa tenía el poder de congelar el tiempo en un instante. Simplemente perfecta. Cuando la encontró en casa de aquel hombre estaba completamente magullada y parecía derrotada y abatida, pero aún tenía fuerzas para esbozar esa sonrisa por la que el mundo dejaba de girar.

Decidió llevarla a casa y curar sus heridas. La abrazaría y le diría que todo iría bien, luego la dejaría marchar para que pudiera ser feliz, ver el mundo. Sí, eso haría. Así que, fiel a su decisión, la llevó a casa, curó sus heridas como mejor supo y le dio un cálido abrazo, que provocó que aquella sonrisa que antes desprendía un brillo tenue pero bello, como el de una luciérnaga en la noche, llegara a competir con el brillo del sol. Cuando el mundo decidió volver a girar se dispuso a decirle adiós, pero se dio cuenta de que no podía, ya no había marcha atrás, así que le dijo que estarían juntos, que todo iría bien a partir de entonces, que no se alejaría de ella. Y el tiempo se detuvo durante lo que parecieron eones en aquella hipnótica sonrisa, en aquellos ojos que como piedras preciosas reflejaban el cielo, y durante aquel instante convertido en eras, se sintió la persona más feliz del mundo.

Los días transcurrían tranquilos y la vida adquiría cada día colores nuevos. Juntos saboreaban cada segundo como si fuera el último, y disfrutaban el uno del otro como si de la mayor droga se tratase. Paseaban, reían, jugueteaban entre la hierba, nadaban desnudos en el río, y cogidos de la mano dormían juntos durante horas. No necesitaban nada más para ser felices, ni siquiera se planteaban aquella posibilidad.

Pero el tiempo no perdona a nadie y no podían vivir solo de amor y aire, así que tuvieron que volver al trabajo y a rutinas ya olvidadas. En un mundo utópico eso no habría sido necesario, podrían coger frutos de los árboles y beber el agua pura de los ríos, pero debían aceptar que ese no era su mundo, así que durante el día cada uno debía salir a dedicarse a sus quehaceres, aunque se encontraban fugazmente siempre que tenían ocasión. Pasado el tiempo, un día, volviendo de trabajar, recordó a aquellos amigos con quienes solía ocupar su tiempo antes de perderse en aquella sonrisa ¿Qué habría sido de ellos? También recordó cuánto le gustaba subir solo a la montaña y observar las nubes durante horas, tratando de descubrir las verdades del mundo entre sus formas esquivas, o tocar con su vieja guitarra canciones asonantes que tan solo él entendía. ¿Seguirían las nubes en aquella montaña? Su vieja guitarra ¿Estaría aún afinada? Pero cuando volvió a casa olvidó todo cuanto había estado pensando y al verla la besó apasionadamente, perdiéndose en aquellos labios una vez más.

Un día, recordando sus viejas reflexiones, decidió que tal vez debía compartirlas con ella, pero cuando llegó a casa la encontró con una venda cubriéndole los ojos. "¿Y esa venda, cariño?" "¿Venda? No es un venda, la he llevado siempre, así el mundo no se interpone entre tú y yo, así puedo sentir tu tacto, tu olor, saborear tus labios, sin que nada más se interponga, porque eres maravilloso, perfecto, mi príncipe" Esa noche no pudo conciliar el sueño. ¿Desde cuando llevaba ella aquella cinta que cubría sus ojos? ¿Cómo no se había dado cuenta antes? ¿Cómo veía con ella el cielo, las nubes, el río y a la gente que le rodeaba? Él había estado a punto de olvidar para siempre todo aquello. ¿Habría tenido él mismo los ojos también vendados? ¿De ser así, cuando perdió el aquella venda? Y por último, ¿Podría verle ella a él tal y como era con aquella venda cubriéndole aquellos ojos azabache que un día le hicieron olvidar todo lo que él habría sido? ¿Podría llegar a ver las cicatrices que el tiempo y la vida poco a poco fueran dejando marcadas en su piel? Finalmente, alzó la vista un momento y la vio durmiendo a su lado, con aquella sonrisa aún marcada en los labios, y entonces se tranquilizó y cayó profundamente dormido.

Los meses pasaron rápidamente. Él volvió a ver viejas amistades, e intentaba como podía conciliarlas con algo de nubes, el trabajo y el tiempo que pasaba con ella; pero los días parecían cada vez más cortos y empezaba a sentirse muy agotado. Ella le preguntaba de vez en cuando si le ocurría algo, y su respuesta era siempre la misma. "Ha sido un día duro en el trabajo, aún me quedan cosas por hacer, estoy un poco cansado". Un día ella le hizo una pregunta que detuvo el tiempo de una forma mucho más brusca y violenta de lo que lo hicieran en su día aquellos ojos o aquella sonrisa. "¿Me quieres?" No era la primera vez que había oído esta pregunta, pero esta vez era diferente. ¿Por qué lo era? ¿Acaso lo estaba dudando? Aquellos ojos, aquella sonrisa... Seguían intactos, inalterables... Seguía siendo aquella chica que un día en sus viajes encontró inesperadamente. "Claro, cariño, te quiero"

Después de eso el tiempo volvió a su curso sin un atisbo de indulgencia, había dejado de detenerse y todo transcurría muy rápido, y aquella sensación casi imperceptible al principio empezaba a invadirle, haciéndose cada vez más y más intensa. "¿Estás bien?" preguntaba ella. "Un poco cansado", decía él, y ella, aún con aquella venda en sus ojos y aquella sonrisa brillando en su cara se refugiaba en sus brazos. "Te amo, eres maravilloso".

Un día se levantó y se dio cuenta de que ya no podía más, había olvidado como interpretar las nubes en el cielo y, sus manos y aquella vieja guitarra que una vez habían sido amantes secretos parecían extraños, los días pasaban tan rápido que ni siquiera se hacía consciente del aire que respiraba. Necesitaba andar un poco, reconciliarse con el aire, con las nubes, así que se acercó a ella y le dijo "Me voy". "Perfecto, prepararé mis cosas, dame unos minutos" respondió ella. "No, esta vez me voy solo, no sé cuando volveré, no sé si volveré". Y entonces ella rompió a llorar, sus ojos se inundaron en lágrimas, le agarró tan fuerte que dejó marcas en su piel, le abrazó, le dijo que lo pensara, que no tenía sentido, que no se marchara, que era una locura, que no podría vivir si él, que no podría vivir. Y él deseó besarla, perdido en aquella mirada deseó acariciar su cuerpo una vez más, perderse en sus labio, abrazarla, decirle que todo iría bien. Pero no lo hizo. Acercó sus labios lo suficiente para sentir su sabor un última vez, dio media vuelta y se marchó.

Viajó por lugares conocidos y desconocidos, volvió a ver las nubes y esta vez de nuevo le hablaron, abrazó su guitarra y rió con amigos ya casi olvidados, aquella extraña sensación que había terminado por dominarlo, por definir lo que era, desapareció al fin. Pero echándola tanto de menos que apenas podía dormir una sola noche decidió volver a ver como estaba. No tuvo que buscar mucho, la encontró en el mismo lugar, hablando con un hombre, sentada en el suelo, parecían felices. La venda seguía cubriendo sus ojos y aquella sonrisa que había sido brutalmente truncada y desfigurada el día que él marchó brillaba de nuevo en sus labios. Pasó a su lado y no pudo evitar detenerse durante un instante. La saludó: "Buenos días". "Buenos días caballero", respondió ella, sin tan siquiera desviar la vista. Ya no podía verle, ni podría reconocerle. Aquella venda seguía puesta, y nunca más podría estar tan cerca de ella para que pudiera sentir su olor una vez más, o rozar su piel. Emprendió de nuevo la marcha, negó levemente con la cabeza, sonrió y siguió su camino.

martes, 10 de mayo de 2011

¡22 años!

¡Uau! ¡22 años! Es increíble, solo soy un día mayor de lo que era ayer y todo el mundo lleva desde que me levanté (algunos desde antes de acostarme) felicitándome por tener un año más. Ahora entiendo por qué ninguno de nosotros es ingeniero ni matemático...

lunes, 9 de mayo de 2011

¿Qué hay en la charca?

Cuando acabaron de construir el mundo y de crear a las criaturas que lo habitarían los dioses cometieron un error garrafal (probablemente lo hicieron a propósito para luego divertirse eternamente observando nuestras disputas) y es que cada uno vemos el mundo desde una sola perspectiva, la propia. Así, si hay una charca y en el centro hay un animal, uno puede decir que eso es una rana, la persona que está al lado que eso es un sapo y alguien que los había visto "opinar libremente", decir que aquello es una salamandra. ¿Y cual es la solución a ese conflicto?

Muy fácil, la situación más probable es que los tres discutan y, al no llegar a un acuerdo, se saquen los ojos unos a otros y problema solucionado; no hay ojos, no hay bicho en la charca. Tambien podría ocurrir que uno de los individuos provocara tal ataque de pánico en los otros dos que le dieran la razón para no ser heridos, y se acabara imponiendo indudablemente la opinión de aquel individuo. y una tercera opción sería incluso que uno de los tres fuera tan hábil sacando ojos ajenos que consiguiera conservar los suyos al final de la disputa y la única opción posible fuera aceptar su verdad, ahora indiscutible.

Y yo me pregunto ¿Que hay en realidad en la charca? ¿De verdad importa tanto?

domingo, 8 de mayo de 2011

A Little Piece of Heaven

Como en todas las historias de amor, las cosas no salen siempre bien a la primera, es la persistencia la que tiene la última palabra. Obra maestra de Avenged Sevenfold.





sábado, 7 de mayo de 2011

El baúl de los recuerdos

Hoy, haciendo limpieza de CDs antiguos para recuperar un poco de espacio en la habitación, ya que empezaba a ser, o eso, o dar lugar a que se organizaran, cobraran vida y tener que vencerlos en un batalla campal por el control de la habitación, he encontrado un cd del año 2001 donde guardaba los más valiosos archivos que contenía mi ordenador por aquel entonces.

A falta de algo mejor que publicar hoy desglosaré su contenido ya que no tiene desperdicio:

  • El disco contiene un total de 568 mb en 7 carpetas, llamadas "Documentos", "Emus", "Juegos", "Música", "Programas", "Roms" y "Vídeos".
  • La primera carpeta, "Documentos", contiene a su vez 4 carpetas más, "Mamá", "Papá", "Sergy" y "Hermana", un para cada uno de los miembros de la familia.
  • La carpeta "Sergy" se compone de un batiburrillo de imágenes de Pokémon, algunos gifs animados, carátulas de juegos de PS1 y algún rom que por alguna razón no había ido a parar a la carpeta roms.
  • La carpeta perteneciente a mi hermana tiene sobre todo trabajos de clase, fotos de Brendan Fraser, presentaciones de powerpoint y un pequeño programa consistente en una oveja que pasea por tu escritorio haciendo monerías, meando cosas, comiendo flores y durmiendo (lo está haciendo ahora mientras escribo). Toda una reliquia.
  • La carpeta de mi madre contiene un par de currículums viejos y algunas fotos.
  • La de mi padre contiene únicamente fotos de maquetas de tanques y miniaturas militares.
  • La carpeta "Emus" contiene emuladores de cinco videoconsolas en particular: Game boy, Nintendo 64 (no sé como mi ordenador conseguía emularla, pero el caso es que lo hacía), Neo Geo Pocket, Neo Geo y Snes. Especial mención merece la carpeta del Emulador de Game boy, pues parece ser que el nombre que yo le daba era "Game boy GENIAL!!!".
  • La carpeta juegos contenía exactamente 12 juegos. Dos de Carmen Sandiego y el Curse of Enchantia para MS-2, un juego flash de lanzar cacahuetes a ardillas sobre una mesa dandoles golpes con el dedo (un auténtico vicio), space invaders, asteroids, pong, los dos primero Monkey Island en su versión en diskette, una Pokédex para windows, un shooter en 2 dimensiones en el que Cartman va matando a todo el resto de personajes de South Park y por último una carpeta llamada textualmente "Juego der Pikachu" que contenía una especie de arkanoid en el que pikachu era la bola y tenía que golpear Pokéball para ganar ¿no debería ser al revés?).
  • En "música" lo único que había eran archivos midi de Pokémon, Final Fantasy y Zelda recopilados a mano. Aún me recuerdo preguntándome continuamente por qué los walkman no reproducían música midi...
  • En "programas" los únicos programas propiamente dichos eran el WinAmp (en s versión 2.7), el messenger (versión 3.8) y el GoZilla (el gestor de descargas que usaba por aquel entonces, con mi módem de 56k); lo demás, páginas web guardadas íntegramente al PC.
  • En "roms", las mayores rarezas que he encontrado son una especie de tamagochi de hamster en íntegro japonés (y lo peor es que sabía jugar) para Game Boy y los dos Metal Slug de Neo Geo Pocket, en mi opinión mejores y más variados que sus versiones de recreativas.
  • Por último en vídeos, tengo dos trailers de Zelda (Oracle of Ages y Majora's Mask), un video de Mario Party 3, uno de presentación de la maravillosa y novedosa GameCube y uno a pésima calidad y sin sonido de Monkey Island 4. (por cierto, es la 10ª vez que la oveja se cae intentando escalar la ventana de Google Chrome, ¿le pondrán aceite los de Google para evitarlo?)

Y, bueno, para terminar y no por ello menos importante...

  • Al menos 30 archivos infectados por virus! (ahora sé por qué el ordenador siempre se me rompía de nuevo al recuperar los archivos después de formatear cada vez...)
En fin... Ahora le quitaré el polvo al CD, tal vez lo repare y además lo regrabe, y otra vez al cajón para volver a ser encontrado dentro de otros 10 años!

viernes, 6 de mayo de 2011

Ingredientes de un día perfecto (sin ningún orden en particular)

- Encontrar una flor creciendo en un lugar imposible.
- La sonrisa furtiva de una cara desconocida.
- Caminar sin rumbo fijo y encontrar un lugar nuevo al que nunca habías llegado antes.
- Sentir la lluvia en la piel mientras los demás corren despavoridos (y correr despavorido cuando el agua empieza a llegarte a la altura de la rodillas).
- Sentir el viento en la cara al deslizarte a toda velocidad con la bici.
- Caer y levantarte entre carcajadas sin explicarte como ha pasado.
- Recibir ayuda de una mano amiga cuando no la has pedido.
- Encontrarte con alguien a quien no veías desde hace siglos y que parezca que el tiempo no ha pasado.
- Correr hacia algún lugar como cuando eras niño y perder unos segundos de columpios podía suponer el fin del mundo.
- Encontrar un objeto que creías perdido para siempre.
- Descubrir un paisaje que te corte la respiración.
- Escuchar un nueva melodía que despierte nuevas sensaciones sin saber exactamente por qué.
- Ir cantando por la calle y que alguien que pasa por tu lado empiece a tararear la misma canción.
- Escuchar esa canción que tanto te gusta y no llegar a descubrir de donde procede.
- Darte cuenta de que la vida puede llegar a ser muy, pero que muy rara, y de que eso te gusta.
- Sonreír y que la gente te mire raro, preguntándose por qué lo haces.
- Darte cuenta de que podrías seguir enumerando cosas en una lista de "Ingredientes de un día perfecto" hasta quedarte sin dedos.
- Terminar la lista de antemano porque te quedan mil cosas por hacer, y todas con el potencial de aparecer en ella.

To be continued...

jueves, 5 de mayo de 2011

El Tucu

Esta entrada va en honor a un gran amigo que ha estado a mi lado desde tiempos inmemoriales (hará unos años) alegrándome con sus estupideces e indudablemente lo seguirá haciendo durante el tiempo que nos queda por compartir.

Lo único que puedo decir es "Bienaventurados aquellos que aprecian al Tucu, pues aún conservan en sus corazones algo de esa pureza infantil que todos deberíamos guardar"


La Gran Mascarada

Érase una vez un reino en el que cada día, de la mañana a la noche, se celebraba un continuo baile de máscaras. Cada habitante de este reino tenía su colección, con una o más máscaras dispuestas para bailar día y noche, y cada uno se tomaba este continuo baile a su manera.

Había algunos que elegían una máscara que los cubriera completamente, para que fuera impensable que alguien pueda tener un pequeño atisbo de lo que se escondía detrás y otros que preferían apenas un antifaz para que sus ojos, espejo de los más profundo de su alma, estuvieran a salvo. Había quien gustaba exhibir máscaras de colores vivos y llamativos para que todos se fijaran en ellas y también algunos que la decoraban de manera muy parecida a otros para pasar desapercibidos. Por último había quien, a falta de una sola máscara, prefería tener una para cada ocasión.

También existían diferencias en el cuidado que cada uno daba a sus máscaras y la manera en las que las conseguían. Algunos preferían comprarla ya hecha, entre un extenso catálogo y siguiendo las últimas tendencias de moda y otros, por el contrario, preferían tallarlas a mano, e irlas modificando poco a poco con el paso del tiempo para que nunca quedaran obsoletas y poder darles una imagen muy personal, que dejara a todos boquiabiertos. Había máscaras que sus dueños conservaban intactas a lo largo de los años y otra que, inevitablemente, con el paso del tiempo, iban agrietándose, incluso hasta el punto de dejar entrever la piel desnuda que se escondía debajo, y perdiendo brillo y color.

Uno de los habitantes de este reino tenía una formidable colección de máscaras, y cuidaba a conciencia cada una de ellas para que siempre estuvieran perfectas. Las tallaba a medida, a la suya y a la que exigía el protocolo, y procuraba asemejarlas los más posible al rostro de un ser humano, sin nada de extravagancias.

Un día llegó al baile, y muy orgulloso de su obra afirmó que era la persona más valiente de aquel reino, ya que era capaz de presentarse ante aquella multitud sin máscara, puesto que no tenía miedo de ser herido. La gente lo observó detenidamente y siendo su obra  tan perfecta algunos lo creyeron, y otros prefirieron no acercarse por desconfianza. El orgullo le hizo sentirse grande y libre, así que fue muy feliz por un tiempo.

Un buen día, la confianza de este hombre se convirtió en descuido y su máscara empezó a deteriorarse, resultando evidente que nunca había asistido al baile con la cara desnuda. Algunos siguieron bailando a su alrededor, pues nunca les había importado que aquello fuera un máscara; y en el fondo, siempre lo habían sabido. Pero muchos otros se sintieron engañados y le pidieron explicaciones; a lo que él, convencido aún de estar totalmente oculto y a salvo, respondía continuamente que él seguía sin llevar máscara, y que aquello no eran más que habladurías para desacreditarle.

Pasaron los meses y sus compañías seguían siendo las mismas, pues poca gente quería acercarse a él y al final, un día, llorando en casa, cansado de sentirse solo, aquel hombre tomó una decisión que, por estúpida, le pareció que podía ser correcta. Cogió todas sus máscaras, hizo una gran hoguera, y quemó aquella colección que tanto trabajo le había costado conseguir, ya que, total, no le hacían ningún bien. Cogió un pequeño antifaz y partió hacia el baile de máscaras. No sabía lo que allí le esperaba, pero eso le hacía sentirse vivo de nuevo, lleno de energía y de ganas de enfrentarse a lo impredecible, como antes de haber afirmado nunca ser un valiente.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cosas de niños

No pensaba escribir dos entradas hoy, pero esto es superior a mis fuerzas, esta tarde estaba dando clases de inglés a mis alumnos como es habitual y estábamos practicando el zero conditional, usando para ello frases que se me iban ocurriendo, bastante insulsas, todo hay que decirlo.

De repente un alumno me ha propuesto hacer una frase por su cuenta (que había leído en internet) y, por supuesto, le he dejado hacerlo puesto que seguro que era mejor que las que se me iban ocurriendo a mí. Cuál ha sido mi sorpresa cuando ha escrito la frase más larga que le he visto traducir en inglés en su vida... Estos niños...

La frase en español era la siguiente: "Si pierdes el boli, no copias los apuntes; si no copias los apuntes, suspendes los exámenes; si suspendes los exámenes, no vas a la universidad; si no vas a la universidad, no encuentras trabajo; si no encuentras trabajo, no encuentras novia; si no encuentras novia, no te casas; si no te casas, no tienes hijos; si no tienes mujer ni hijos, te sientes solo; si te sientes solo, te deprimes; si te desprimes, te suicidas y si te suicidas, mueres"

En inglés ha quedado así: "If you lose your pen, you don't copy your notes, if you don't copy the notes, you fail your exams, if you fail the exams, you don't go to university, if you don't go to university, you don't find a job, if you don't find a job, you don't find a girlfriend, if you don't find a girlfriend, you don't get married, if you don't get married, you don't have children, if you don't have a wife or children, you feel alone, if you feel alone, you get depressed, if you get depressed, you suicide and if you suicide, you die"

Lo mejor ha sido la cara del chico al decirle que se esperara un momento, que tenía que copiarla para añadirla al repertorio, estos son los momentos en los que merece la pena romperse los cuernos por la vocación.

Presentaciones

De nuevo me veo comenzando un blog, más como terapia que como forma de transmisión. Esta mañana en clase de literatura he estado reflexionando (ya que atender era lo correcto y está claro que si lo hacía debía ser solo a medias) como llevo haciendo ya un tiempo sobre el rumbo de mi vida, pues ya es hora de dejar de andar en círculos y empezar a emprender un camino.

Me he dado cuenta de la persona en la que me han ido convirtiendo poco a poco males sociales como el estrés, los vicios, la inconstancia... ¿Males sociales? Diantres! (recórcholis, caracoles... me encantan esas palabras) he sido yo y solo yo soy el responsable. La inconstancia, como característica de una persona que no le permite continuar de forma estable nada de lo que comienza; además del egocentrismo egoísta y la falta de reflexión sobre mis actos han resultado ser la tríada que me ha situado en la posición en la que me encuentro ahora, como una mera sombra de mi identidad, en otros tiempos llevada con orgullo.

He hecho daño a gente de mi alrededor sin pararme un solo momento a pensar en las consecuencias de mis actos, he actuado días y días como un autómata sin parame un minuto a plantearme si tal vez mi rumbo no era el correcto, pero parece que al fin un poco de lucidez ha invadido mi mente, espero que esté aquí para quedarse.

Así que he decidido dedicar cada día unos minutos a escribir sobre algo, lo que sea, como un desafío a mí mismo y una manera simbólica de representar los cambios que quiero llevar a cabo en mi vida, y procuraré publicarlo aquí siempre que sea posible. Incluso aunque sea el único lector de mis propias palabras, si logro mantenerme firme y constante y no fracaso en mi pequeño periplo para reconstruirme a mí mismo, con el tiempo estas cobrarán un valor indescriptible.

Ya sin más dilación me despido hoy con la esperanza de volver mañana a este lugar de mi propia mente y hablar un poco de cualquier cosa, ignorando durante unos minutos el inevitable paso del tiempo, la ducha me espera (que ya iba siendo hora).